Las terapias manuales, como Quiromasaje, Osteopatía, Reflexología podal, etc., contribuyen a que tengamos una mayor calidad de vida. Afortunadamente, cada vez son más las personas que acuden a recibir terapias manuales para paliar o contrarrestar las tensiones diarias o el estrés continuado, que si no se tratan a tiempo acaban somatizándose en el cuerpo, en forma de contracturas, fibrosis e incluso enfermedades mas graves, debido a la reducción de la vascularización de ciertos órganos y otras estructuras del cuerpo.
Se esta detectando un creciente interés por este tipo de tratamientos, dado su gran índice de efectividad y paulatinamente se va generalizando este interés alcanzando los niveles de otros países europeos, en los que este tipo de terapias tienen un mayor arraigo entre la población.
Las Terapias Manuales engloban todas aquellas manipulaciones que a través de las manos reportan un beneficio para nuestra salud. El tacto se convierte en herramienta diagnóstica y terapéutica. Se trata de estiramientos, movilizaciones y diferentes técnicas que ayudan a que la estructura individual de cada uno realice una buena adaptación para estimular la capacidad de recuperación del propio organismo.
Las Terapias Manuales nos aportan numerosos beneficios:
-Bienestar y calidad de vida.
-Estimula la capacidad de recuperación del organismo para mantener la salud.
-Relajar la musculatura y las contracturas.
-Proporciona estados de relajación y descanso.
-Combate el insomnio, facilita el sueño profundo.
-Tonificante para situaciones de apatía y un bajo tono general.
-Reduce el tiempo de la recuperación muscular.
-Mejora la movilidad articular.
-Mayor elasticidad en los tejidos.
-Distender las articulaciones.
-Prevención de lesiones.
-Mejora la elasticidad de la piel y tiene efectos reafirmantes.
-Reactiva la circulación sanguínea y linfática.
El masaje corporal es una de las formas de curación más antiguas y extendidas que se conocen y que nos reequilibra tanto a nivel físico como emocional.
“El arte de la terapia manual es antiguo. Tengo en gran estima a aquellos que lo han descubierto, como a los que de generación en generación me suceden, y cuyos trabajos contribuyen al desarrollo del arte natural de curar”. HIPÓCRATES, 425 a. C.